En un día cualquiera, el atardecer, nos puede llegar a iluminar con sonrisas de fuego.
En un día cualquiera, el atardecer, nos puede llegar a iluminar con sonrisas de fuego.
Caminos opuestos,
vidas de distinto perfil.
Manos que se enlazan,
cuerpos que se cruzan.
Rostros inocentes,
siguiendo un camino.
Ojos cansados,
de vidas vividas.
Sonrisas apagadas,
sin luz y de agonía,
Sollozos y gritos
miseria humana.
Miradas angustiadas,
en busca de un destino.
Convivencias humanas
en laberintos perdidos.